martes, 11 de octubre de 2022

UNA BANDERA SILVESTRE



Frío, frío y silencio en aquel lugar de Malargüe lejano de todo, y tal vez por eso cercano al olvido.
La escuelita rural. Agazapada en el inicio del piedemonte servía de refugio al saber, y muchas veces al hambre, siempre al frío. La maestra estaba preocupada, y los niños lo notaron. En aquellos lugares la preocupación es más notable que en la ciudad, quizá porque en la ciudad andan todos preocupados, o quizá porque en el campo todos importan. La preocupación de la maestra tenía su motivo. Se acercaba el día de la bandera y la escuelita no tenía una. La vieja, la de tantas mañanas y tantos vientos, había termi­nado de deshilacharse y en sus despojos ya no había diferencia entre celeste y blanco. El pedido de una nueva bandera había sali­do hacía tiempo hacia la ciudad pero la maestra temía que no lle­gara a tiempo. El 20 de junio se acercaba con el sostenido paso que suelen tener los almanaques.
La preocupación se transformó en tristeza el día anterior a la cele­bración. Si hay algo que realmente conmueve a los niños de aquellos lugares, ese algo es una maestra triste. Tenían que hacer algo. Por eso se reunieron.
-Que todos vayan a buscar en los cerros, donde el sol pega de lleno -dijo el Juan que era el que más conocía.
-A esta altura del año será difícil encontrar alguna -- repuso Marta, la del puesto más alejado. Se puso fuerte el Juan.
-Les digo que hay. Yo las he visto cuando vaya buscar las cabras.
-¡Vamos! -dijeron todos y se fueron a invadir los cerros con sus sonrisas.
El 20 de junio llegó. Ante "la escuela formada la maestra se veía más triste que nunca. Pero no era mujer de achicarse. Era preciso que hablara, y habló:
-Queridos niños, hoy debía ser un día muy feliz para todos, porque es el día en el que celebramos a un símbolo patrio, un amado rectángulo de tela que nos cubre a todos, que a todos nos abriga. Pero nuestra felicidad no puede ser. Justo en su día  nosotros no tenemos bandera.
-¡Sí, tenemos! -gritó Juan desde la puert

sábado, 17 de septiembre de 2022

Arnaldo Tamayo, primer latinoamericano en volar al cosmos

 


Hace 42 años, el piloto cubano Arnaldo Tamayo Méndez, a bordo de la nave espacial Soyuz 38, se convertía en el primer latinoamericano hispanoparlante en viajar al espacio, como parte de una tripulación conjunta Cuba-URSS.

En la madrugada del 18 de septiembre de 1980, Tamayo, junto al experimentado cosmonauta soviético Yuri Romanenko, partieron desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajastán, con rumbo al complejo orbital Saliut-6, donde esperaban los también soviéticos Leónid Popov y Valeri Ryumin.

Durante siete días y poco más de 20 horas, Tamayo y Romanenko dieron más de 120 vueltas alrededor de la Tierra, y por primera vez, la ciencia recogió en sus anales experimentos e investigaciones de Cuba en el cosmos.

Experimentos en el cosmos

En sus carpetas, Tamayo Méndez llevó en la Soyuz-38 propuestas de más de 20 experimentos de alto rigor científico, elaborados en varias instituciones de la isla, entre ellas del Instituto Cubano de los Derivados de la Caña de Azúcar, del Centro Nacional de Investigaciones Científicas, y del Instituto de Investigación Técnica Fundamental.

También se hicieron pruebas vinculadas al Instituto de Geofísica y Astronomía, la Universidad de La Habana, el Instituto Técnico Militar y el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, que comprendían la medicina espacial, las comunicaciones, la exploración de los recursos naturales, incluida la plataforma insular, entre otros estudios.

"La ciencia cubana en los años del vuelo espacial se creció, alcanzó su etapa de madurez y se puso a la altura de las exigencias de la parte soviética. Yo fui a esta misión representando a todos, al grupo de profesionales que contribuyeron a mi preparación, a los científicos cubanos y a todo el pueblo de mi país", recordó Tamayo años después de vuelo, en un acto celebrado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana.


Hispanos al cosmos

Con su salida al espacio, Tamayo Méndez se convertía en el humano número 97 que voló fuera de la Tierra, y Cuba en el noveno país en aportar un piloto a estas hazañas cósmicas.

Después del cubano, volaron al espacio los mexicanos Rodolfo Neri Vela (1985), Sidney M. Gutiérrez (1991), Ellen Ochoa (1993), John D. Olivas (2007) y José Hernández (2009); el costarricense Franklin Chang-Diaz (1986); los españoles Miguel López-Alegría (1995) y Pedro Duque (1998); el peruano Carlos Noriega (1997), el colombiano George Zamka (2007), y el puertorriqueño Joseph Acaba (2009).

Huérfano de padre en medio de una familia pobre, Tamayo Méndez se ganó la vida en su infancia y parte de su adolescencia limpiando zapatos por las calles o trabajando como ayudante de carpintero, hasta que después del triunfo de la Revolución cubana logró cumplir sus sueños de estudiar y convertirse en piloto de combate.

Cuando se hizo la convocatoria para el primer vuelo conjunto soviético-cubano, Tamayo era parte del grupo de 41 candidatos que cumplían los requisitos, entre ellos ser piloto con experiencia de vuelo no menor de 10 años, tener buen disciplina aérea, excelente preparación física, y saber hablar ruso.

"Inicialmente éramos 41 pilotos de la fuerza aérea cubana que reuníamos esos requisitos, y posteriormente empezaron a hacerse cortes de candidatos, quedando 19, después nueve, luego cuatro, hasta que quedamos José Armando López Falcón y yo, y 48 horas antes del vuelo se decidió quienes volarían al espacio", contó tiempo atrás a la Agencia Sputnik el cosmonauta, que ahora tiene 80 años de edad.


sábado, 20 de agosto de 2022

La verdadera forma del Mapa de Argentina


 La Ley 26.651, sancionada el 20 de octubre de 2010 y promulgada el 15 de noviembre de 2010, estestableció la obligatoriedad de utilizar en todos los niveles y modalidades del sistema educativo como así también en su exhibición pública en todos los organismos nacionales y provinciales, el mapa bicontinental de la República Argentina.

Argentina cambió, ¿y no nos damos cuenta?: a partir del 2000, las nuevas reglamentaciones internacionales beneficiaron a nuestro país con una extensión del Mar Argentino. Coherentemente con ellas, nuestra Cancillería (Taiana, 2009) hizo las presentaciones correspondientes a Naciones Unidas. Así las cosas, el Foro Naval Argentino sugirió agregar al Mapa Bicontinental (lanzado no hace mucho por el Gobierno Nacional, poniendo la Antártida en la misma escala que el resto del territorio) la traza de los nuevos Límites Marítimos Argentinos del Atlántico Sur.

Es tan fuerte el cambio que ya no somos un país continental: nos convertimos en una Nación Marítima. Ya la suma de la Argentina Americana (aprox. 2.800.000 km2) y la Argentina Antártica (aprox. 1.000.000 km2) es decididamente inferior a la nueva Superficie Marítima Argentina (aprox. 6.500.000 km2).

Esto, que será común y corriente para los argentinos siglo XXI, es una gran novedad de la que debemos hacernos cargo. EL 63% de nuestro territorio es mar, somos un país marítimo para siempre.


martes, 16 de agosto de 2022

La representación del feminicidio en el discurso mediático

 



En 2018, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas informó que 14 naciones latinoamericanas se encontraban entre los 25 países con las tasas más altas de feminicidio. En 2020, ONU Mujeres reconoció la violencia de género como una pandemia caracterizada por la invisibilidad, la normalización y la impunidad. El femicidio es el resultado de acciones persistentes de discriminación y violencia. En otras palabras, antes de la privación de la vida, ocurrieron otras formas de violencia que incluyeron una amplia variedad de abusos verbales, físicos, sexuales y emocionales, mutilaciones y situaciones forzadas (Radford & Russell, 1992). Tales prácticas son de alguna manera permitidas por el entorno social (Lagarde y de los Ríos, 2004), ya sea normalizándolas o legitimándolas como resultado de las acciones de las mujeres. En términos generales, la forma en que la sociedad reacciona ante las víctimas y los perpetradores tiene sus raíces en ideologías patriarcales basadas en estereotipos de género, lo que es socialmente aceptable que hagan las mujeres y cómo se les permite reaccionar a los hombres. ¿De dónde vienen estas reglas que nos dicen lo que podemos hacer? Estudios desde los campos de la sociología, la psicología y la comunicación indican que las ideologías se perpetúan a través de discursos tanto privados como públicos en las esferas de la política, el derecho y los medios de comunicación (Van Dijk, 1996).


Medios latinoamericanos: culpabilizando a las víctimas del feminicidio

Los medios tienen el poder de reforzar creencias y moldear la opinión pública (Edwards & Wood, 1999). Las investigaciones sobre el contenido de la cobertura del femicidio en los medios latinoamericanos han revelado estructuras narrativas que culpabilizan a las víctimas y desdibujan la responsabilidad de los victimarios (Ramírez, 2021). Sin embargo, no se sabía si la forma en que se trataban estos casos era un reflejo de la política general de medios o era específica de los casos en los estudios. En 2020 se realizó un estudio cuantitativo que examinó el contenido de la cobertura del tema del feminicidio en tres diarios de circulación nacional en México, el país de habla hispana con mayor número de feminicidios (CEPAL, 2020), y en el que solo el 4% de los casos resultar en una condena (OCNF, 2018). El estudio mostró que la atención de los medios al feminicidio aumentó en promedio un 447 % entre 2014 y 2017 (Gutiérrez Aldrete, 2020). Sin embargo, el análisis del contenido de los artículos reveló que las narrativas se centraron en las implicaciones morales y sociales de los delitos utilizando estereotipos y prejuicios de género, clasificando a las víctimas en categorías sociales negativas (Flores, 2017), ignorando así el contexto de género. violencia característica del feminicidio (Juárez, 2020). El estudio analizó un total de 2.527 artículos y encontró que es más común encontrar representaciones negativas de las víctimas que representaciones negativas de los perpetradores, y que es más probable que mencionen excusas y razones que justifican las acciones de los perpetradores que aspectos positivos de las víctimas. . Algunos artículos no brindaban descripciones de las víctimas, pero una abrumadora mayoría de los que sí presentaban descripciones negativas y/o culpabilizadoras de las mujeres: El Universal, en 90.5% de los 157 artículos con descripciones de la mujer, Reforma, en 94,1% de 219, y Excélsior en 92% de 161 artículos. Frases como “tenía conductas autodestructivas”, “tenía problemas de adicción al alcohol y las drogas”, o aquellas que implicaban que la víctima se ponía en peligro (Wright, 2011), “se fue de una fiesta con tres hombres”, “ella salió de fiesta hasta el amanecer”; los que utilizan estereotipos de promiscuidad (Sánchez González, 2008) “tenía muchas parejas sentimentales”, “se acostaba con un hombre fuera de su casa”; y los que explican como natural la reacción del agresor: “se había acostado con otros hombres y se mantenía en contacto con ellos por mensajes de texto”, “le fue infiel”. Es común resaltar su condición de extranjera (García Guevara & Guachambosa, 2019) y ocupaciones estigmatizadas como trabajadora sexual, camarera, azafata, modelo o bailarina (Alcocer Perulero, 2014), señalando que estas condiciones hacían a las mujeres más vulnerables a situaciones extremas. violencia de género. Sin embargo, los medios tendieron a no mencionar que es la misoginia de los perpetradores y la estigmatización de las mujeres lo que los lleva a atacar a estas mujeres, en lugar de la ocupación en sí. El estudio encontró una tendencia a enfatizar la peligrosidad de ciertas áreas geográficas y asociarlas con la pobreza o las etnias indígenas. Esto construyó una narrativa basada en la clase social y las condiciones materiales de las víctimas (Ramírez, 2021), estigmatizando a toda una comunidad y contextualizándola a través de la violencia y los problemas sociales. Esto crea y refuerza sentimientos de inseguridad (BardWigdor & Bonavitta, 2017) y rechazo. Además, los diarios estudiados tendieron a brindar detalles sobre cómo se llevó a cabo el asesinato y el estado en que se encontró el cuerpo de la víctima: en promedio, el 16% de los artículos utilizaron este recurso narrativo para sensacionalizar los feminicidios (Ornelas, 2002)

Artículos periodísticos que desdibujan la responsabilidad de los perpetradores de feminicidios

.Con respecto al perpetrador, los artículos comúnmente asociaban las causas del asesinato con representaciones de “honor”, ​​calor “natural” de la pasión, patologías y causas fuera del control del asesino (Jiménez, 2021), o incluso descripciones positivas, disminuyendo su responsabilidad como asesino. El Universal lo hace en el 39% de los 223 artículos con descripciones de la agencia del perpetrador, Reforma en el 34,4% de 247 y Excélsior en el 43,4% de 182. Los ejemplos incluyen: (el perpetrador) “tenía estrés relacionado con el trabajo”, “fue maltratado por la víctima”, “la víctima le debía dinero”, “estaba cansado de pelear con la víctima”, “había sido humillado por la víctima”. Este enfoque cuantitativo confirma que los periódicos tienden a invisibilizar a los perpetradores (Ramírez, 2021): en el 33% de los artículos no se menciona ni establece el asesinato (Casados ​​González, 2018), nominalizando el fenómeno (Billing, 2008) con frases como “fue hallada muerta” (Juárez, 2020). Si bien la mayoría de los artículos no contenían descripciones de las víctimas y los perpetradores, aquellos que sí proporcionaron un contexto y un instrumento cognitivo para interpretar el tema en su conjunto y tener en cuenta a todas las víctimas y todos los perpetradores. Las representaciones basadas en estereotipos de género y culpabilización construyen y refuerzan la idea de que las víctimas de feminicidios eran “un tipo de mujer” que de alguna manera había transgredido el código moral de la sociedad. Este tipo de narrativa genera prejuicios (Goffman, 1995) y conductas sociales de revictimización, ignorando la importancia de que las políticas públicas de solución se centren en evitar que los hombres se conviertan en perpetradores y no las mujeres en víctimas.

Referencias 

Gutiérrez Aldrete, M. (2020). El tratamiento del feminicidio en medios de comunicación en México. Universidad Autónoma de Barcelona. DOI: http://hdl.handle.net/10803/670554 

El conjunto de datos de esta investigación está disponible en https://ddd.uab.cat/record/232573?ln=es

domingo, 14 de agosto de 2022

Las peores situaciones de hiperinflación de todos los tiempos

 


Imagine que durante el tiempo que toma beber una taza de café, el precio de esa taza de café se duplicó. Aunque extremo, esto se convierte en la realidad de la hiperinflación, donde los precios cambian tan rápidamente que los artículos cotidianos aumentan exponencialmente y el dinero pierde su valor, prácticamente de la noche a la mañana o incluso en el transcurso de un día laboral. Hoy en día, la inflación se ha convertido en un tema importante de debate en la Argentina, y aunque muchos están preocupados por los efectos de un peso devaluado en la economía, la historia nos muestra ejemplos de cómo la inflación ha sido mucho, mucho peor. 

En Argentina la mayor tasa de inflación se dio en 1989 la inflación mensual pasó de 460% en abril a 764% en mayo de 1989.

Resulta que la hiperinflación generalmente coincide con guerras y una serie de decisiones de política fiscal desacertadas e incendiarias, pero en el fondo es el resultado de un rápido aumento en la oferta monetaria que no está respaldado por el crecimiento de la economía. La primera hiperinflación registrada en el mundo se produjo durante la Rednde la inflación mensual alcanzó un máximo del 143 por ciento, pero este tipo de inflación descontrolada tardó hasta el siglo XX en volver a ocurrir. Durante el siglo XX ocurrieron diecisiete hiperinflaciones en Europa del Este y Asia Central, incluidas 5 en América Latina, 4 en Europa Occidental, 1 en el Sudeste Asiático y una en África. Estados Unidos nunca ha sido víctima de la hiperinflación, pero estuvo cerca dos veces, durante la Guerra Revolucionaria y la Guerra Civil, cuando el gobierno imprimió moneda para pagar sus esfuerzos bélicos. Sin embargo, en ambos casos de EE. UU., la inflación nunca superó una tasa de inflación mensual del 50 por ciento (un umbral informal para la hiperinflación), que palidece en comparación con los casos más dramáticos de la historia. Las hiperinflaciones nunca ocurrieron cuando una mercancía sirvió como dinero o cuando el papel moneda se convirtió en una mercancía. La maldición de la hiperinflación solo ha asomado su fea cabeza cuando la oferta de dinero no tenía restricciones naturales y estaba gobernada por un estándar de papel moneda discrecional. Con esto en mente, puede ser aleccionador darse cuenta de que cualquier moneda fiduciaria es susceptible a una inflación desenfrenada, aunque para afianzarse, la hiperinflación requiere una serie de circunstancias políticas y sociales extremas. 

Los argentinês tienen la tendencia que lo suyo es lo peor p lo mejor que ha ocurrido sin embargo hay situación históricas , políticas sociales económicas mucho más dramáticas .Aquí se revelan alguna de estas ; la hiperinflación que en muchos casos fueron mucho pero mucho peores que la argentina  Entonces, ¿cuáles fueron algunas de las peores situaciones de inflación en la historia y cómo llegaron a ser?.

5 La Hiper Griega de 1944

Inflación mensual más alta: 13.800% Los precios se duplicaron cada 4,3 días En la quinta peor situación de inflación de todos los tiempos, Grecia en 1944 vio cómo los precios se duplicaban cada 4,3 días. La hiperinflación en Grecia comenzó técnicamente en octubre de 1943, durante la ocupación alemana del país en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la inflación más rápida se produjo cuando el gobierno griego en el exilio recuperó el control de Atenas en octubre de 1944; los precios subieron un 13.800 por ciento ese mes y otro 1.600 por ciento en noviembre. En 1938, los griegos tenían un billete de dracma durante un promedio de 40 días antes de gastarlo, pero el 10 de noviembre de 1944, el tiempo promedio de tenencia se redujo a 4 horas. En 1942, la denominación más alta de la moneda era 50.000 dracmas, pero en 1944 la denominación más alta era un billete de 100 millones de dracmas. El 11 de noviembre, el gobierno emitió una redenominación de la moneda, que convirtió los dracmai antiguos en nuevos a una tasa de 50 mil millones a uno, aunque la población continuó usando libras militares británicas como moneda de facto hasta mediados de 1945. Los esfuerzos de estabilización fueron relativamente exitosos, con precios que aumentaron solo un 140 por ciento de enero a mayo, e incluso vieron una deflación del 36,8 por ciento en junio de 1945 cuando el destacado economista Kyriakos Varvaressos fue nombrado zar económico. Sin embargo, su plan de aumentar la asistencia exterior, reactivar la producción nacional e imponer controles sobre salarios y precios a través de una redistribución de la riqueza empeoró el déficit presupuestario del país y Varvaressos renunció el 1 de septiembre. Después de la guerra civil de enero-dic. 1945/46, los británicos ofrecieron un plan para estabilizar el país, que incluía el aumento de los ingresos a través de la venta de bienes de ayuda, un ajuste de las tasas impositivas específicas, mejores métodos de recaudación de impuestos y la creación del Comité de Moneda (compuesto por tres ministros del gabinete griego , uno británico y otro estadounidense) por responsabilidad fiscal. A principios de 1947, los precios se estabilizaron, se restableció la confianza pública y aumentó la renta nacional, sacando a Grecia del torbellino de la hiperinflación. 

Causas de la inflación de Grecia

La principal causa de la hiperinflación de Grecia fue la Segunda Guerra Mundial, que endeudó al país, disolvió su comercio y resultó en cuatro años de ocupación del Eje. Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Grecia vio un superávit presupuestario para el año fiscal 1939 de 271 millones de dracmas, pero este cayó a un déficit de 790 millones de dracmas en 1940, debido principalmente al comercio, la reducción de la producción industrial como resultado de la escasez de materias primas y gastos militares inesperados. Los déficits del país seguirían siendo financiados por anticipos monetarios del Banco de Grecia, que había duplicado la oferta monetaria en dos años. Con los ingresos fiscales a la baja y los gastos militares casi diez veces más, las finanzas de Grecia estaban en una espiral descendente. El país fue ocupado por las fuerzas del Eje en mayo de 1941, y los costos militares de Grecia fueron reemplazados por los gastos de apoyo de 400.000 soldados, que variaban entre un tercio y tres quintos de los desembolsos del país durante la ocupación, todos financiados por el impresión de dinero por el Banco de Grecia. El gobierno títere griego, establecido por las fuerzas de ocupación, no pagó impuestos para cubrir sus costos y los ingresos representaron menos del 6 por ciento de los gastos durante el último año de ocupación. Esto se combinó con la caída del ingreso nacional de 67,4 mil millones de dracmas en 1939 a 20 mil millones en 1942, un nivel que se mantuvo hasta 1944. La hiperinflación comenzó en 1943, cuando las expectativas de inflación futura hicieron que los griegos se negaran a aceptar la moneda y el gobierno comenzó a pagar en monedas de francos de oro, lo que alentó aún más al público a mantener la riqueza en formas no monetarias y disminuyó la confianza en el dracma, reduciendo la elasticidad y la demanda de moneda nacional. Cuando el gobierno en el exilio regresó a Atenas, tenía una capacidad limitada para recaudar impuestos fuera de la capital y se encontró con costos sustanciales de desempleo y refugiados. Cuando entró en vigor el esfuerzo de estabilización del nuevo gobierno, los ingresos representaban el 0,4 por ciento de los gastos, y el Banco de Grecia cubrió el resto. El esfuerzo de estabilización ocurrió mientras la guerra aún continuaba, estalló una guerra civil y había pocas esperanzas de restaurar el comercio de exportación de Grecia (tradicionalmente con miembros del Eje) o la importación de materias primas, sumergiendo al país nuevamente en alta inflación una vez más antes de que la moneda finalmente se estabilizara.

 4. Alemania, octubre de 1923

Inflación mensual más alta: 29 500 % Los precios se duplicaron cada: 3,7 días La hiperinflación fue uno de los principales problemas que asolaron a la república alemana de Weimar durante sus últimos años de existencia. Alcanzando una tasa de inflación mensual de aproximadamente 29.500 por ciento en octubre de 1923, y con una tasa diaria equivalente de 20,9 por ciento, los precios tardaron aproximadamente 3,7 días en duplicarse. El papel alemán, que se introdujo en 1914 cuando se eliminó el patrón oro del país, comenzó con una tasa de cambio de 4,2 por dólar estadounidense al estallar la Primera Guerra Mundial hasta 1 millón por dólar estadounidense en agosto de 1923. Para noviembre, ese número se había disparado. a alrededor de 238 millones de marcos de papel por 1 dólar estadounidense, y se acuñó un trastorno psicológico llamado "Carrera cero", después de que las personas se vieran obligadas a realizar transacciones de cientos de miles de millones por artículos diarios y se marearan por la cantidad de ceros involucrados. La rápida inflación hizo que el gobierno emitiera una redenominación, reemplazando así el papermark con el rentenmark, intercambiando a una tasa de 4,2 por dólar estadounidense y eliminando 12 ceros del valor nominal del papermark. Aunque el retenmark estabilizó efectivamente la moneda y la república de Weimar siguió existiendo hasta 1933, la hiperinflación y las presiones económicas resultantes contribuyeron al surgimiento del partido nazi y de Adolf Hitler, quien se centró explícitamente en la situación económica de Alemania en Mein Kampf.

Causas de la inflación de Alemania

Inflación mensual más alta: 313.000.000% Los precios se duplicaron cada: 1,4 días Otro caso extremo de hiperinflación con el dinar yugoslavo entre 1993-1995. La tasa de inflación más pronunciada durante este período fue en enero de 1994, cuando los precios aumentaron 313 millones por ciento durante el mes, lo que equivale a 64,6 por ciento por día, y los precios se duplicaron aproximadamente cada 34 horas. Durante todo el período de inflación, se estima que los precios aumentaron en un 5 cuatrillones por ciento. Finalmente, muchas empresas yugoslavas rechazaron el dinar y el marco alemán alemán (DM) se convirtió en la moneda no oficial del país, incluso después de que el gobierno revaluara el dinar al convertir 1 millón de dinares en 1 "nuevo" dinar. Según un análisis del Prof. Thayer Watkins de la Universidad Estatal de San José, el 12 de noviembre de 1993, 1 DM = 1 millón de nuevos dinares. El 15 de diciembre, 1 DM equivalía a 3.700 millones de dinares y, a finales de mes, el tipo de cambio alcanzó un nivel de 1 DM = 3 billones de dinares. Después de una segunda revaluación, 1 dinar “nuevo nuevo” equivalía a mil millones de dinares “viejos nuevos” y después de esto 1 DM = 6.000 dinares. Para el 17 de enero, el tipo de cambio se disparó a 1 DM = 30 millones de dinares y el 24 de enero el gobierno introdujo el "súper" dinar, equivalente a 10 millones de "nuevos nuevos" dinares, marcando la quinta revaluación de la moneda. A lo largo del período, el gobierno tuvo grandes dificultades para mantener la estructura social del país después de que los controles de precios ineficaces exacerbaron los problemas, las agencias gubernamentales prácticamente no pudieron operar y los residentes evitaron pagar las facturas a tiempo, ya que se devaluarían con tanta rapidez. 

Causas de la inflación de Yugoslavia

Las causas de la hiperinflación de Yugoslavia se derivan del conflicto en la región, las crisis económicas locales y la mala gestión gubernamental. Tras una recesión provocada por el excesivo endeudamiento extranjero y el bloqueo de las exportaciones en la década de 1970, el país y la región se vieron envueltos en conflictos y luchas políticas a lo largo de la década de 1970. años 80 y principios de los 90. Después de aceptar un préstamo del FMI luego de una profunda recesión, en 1989 y 1990 más de 1.100 empresas quebraron y en una plantilla de alrededor de 2,7 millones, más de 600.000 trabajadores fueron despedidos. Además, algunas empresas trataron de evitar La quiebra dejó de pagar a los trabajadores durante los primeros meses del año, lo que afectó a unas 500.000 personas. Las guerras de Yugoslavia, la desintegración del Estado y la desestabilización general de la región fueron los principales factores que contribuyeron a la hiperinflación. La mala gestión del gobierno, incluidas las políticas económicas mal concebidas como la impresión desenfrenada de dinero, la generación de grandes déficits y la fijación de precios exacerbaron enormemente la situación. Los controles de hielo eran específicamente problemáticos. Promulgados por el gobierno, presentaban desincentivos para los agricultores que ya no podían beneficiarse de la venta de sus cultivos y, como resultado, las tiendas cerraron para salvar su inventario en lugar de vender a precios artificialmente bajos establecidos por el gobierno. El gobierno también comenzó a comprar artículos en el extranjero en lugar de eliminar los controles de precios y aliviar los problemas de suministro, distribución y monetarios del país. A medida que la oferta se reducía drásticamente, los precios se disparaban a medida que los bienes se hacían cada vez más escasos. En el caso de Yugoslavia, el drástico desequilibrio de oferta y demanda, combinado con un gobierno vacilante y la impresión de moneda sin control fueron las causas profundas de la inflación masiva del país.

2. Zimbabue, noviembre de 2008

 Inflación mensual más alta: 79 600 000 000 % Los precios se duplicaron cada: 24,7 horas los 

problemas monetarios de Zimbabue alcanzaron su punto máximo en noviembre de 2008, alcanzando una tasa de inflación mensual de aproximadamente 79 mil millones por ciento, según el Instituto Catón. Aunque el gobierno de Zimbabue dejó de informar las estadísticas oficiales de inflación durante los peores meses de la hiperinflación del país, el informe utiliza la teoría económica estándar (comparaciones de la paridad del poder adquisitivo) Inflación mensual más alta: 79 600 000 000 % Los precios se duplicaron cada: 24,7 horas El ejemplo más reciente de hiperinflación , los problemas monetarios de Zimbabue alcanzaron su punto máximo en noviembre de 2008, alcanzando una tasa de inflación mensual de aproximadamente 79 mil millones por ciento, según el Instituto Cato. Aunque el gobierno de Zimbabue dejó de informar las estadísticas oficiales de inflación durante los peores meses de la hiperinflación del país, el informe utiliza la teoría económica estándar (comparaciones de la paridad del poder adquisitivo) ejemplo reciente de hiperinflación, los problemas monetarios de Zimbabue alcanzaron su punto máximo en noviembre de 2008, alcanzando una tasa de inflación mensual de aproximadamente 79 mil millones por ciento, según el Instituto Cato. Aunque el gobierno de Zimbabue dejó de informar las estadísticas oficiales de inflación durante los peores meses de la hiperinflación del país, el informe utiliza la teoría económica estándar (comparaciones de paridad de poder adquisitivo) para determinar las peores tasas de inflación de Zimbabue. Con los precios casi duplicándose cada 24 horas, solo unos días después de emitir un billete de $100 millones, el Banco de la Reserva emitió un billete de $200 millones y limitó los retiros bancarios a $500 000, que en ese momento equivalía a alrededor de $0,25 USD. Cuando se introdujo el billete de $100 millones, los precios se dispararon y los informes del país describieron que el precio de una barra de pan aumentó de $2 millones a $35 millones de la noche a la mañana. En un momento, el gobierno incluso declaró que la inflación era “ilegal” y arrestó a los ejecutivos de las empresas por subir los precios de sus productos. La situación se volvió tan grave que las tiendas en el país simplemente comenzaron a rechazar la moneda y el dólar estadounidense, así como el rand sudafricano se convirtió en el medio de cambio de facto. La inflación finalmente llegó a su fin con la intervención directa del Banco de la Reserva de Zimbabue, que modificó el precio de la moneda, fijándola al dólar estadounidense. El gobierno también emitió regulaciones que cerraron la bolsa de valores del país.

 Causas de la inflación de Zimbabue

Cuando Zimbabue obtuvo la independencia en 1980, el país adoptó una nueva moneda que originalmente estaba valorada en aproximadamente 1,25 dólares estadounidenses. La eventual inflación fuera de control del país fue causada casi en su totalidad por la mala gestión gubernamental. El camino hacia la hiperinflación comenzó a principios de la década de 1990 cuando el presidente Robert Mugabe inició una serie de programas de redistribución de tierras que tomaron tierras de los agricultores étnicamente europeos del país y se las dieron a los zimbabuenses étnicos. La eliminación repentina de una clase de agricultores arraigada y experimentada dañó severamente la capacidad del país para la producción de alimentos, reduciendo la oferta muy por debajo de la demanda y, como resultado, elevando los precios. A principios del siglo XXI, Zimbabue entró en hiperinflación y en 2006 el país imprimió 21 billones de ZWD para pagar los préstamos del FMI. Más tarde ese año, el país nuevamente tuvo que imprimir dinero, más de 60 billones, para pagar los salarios de soldados, policías y otros funcionarios públicos. En 2007, hubo una escasez extrema de alimentos básicos, combustible y suministros médicos, ya que las estimaciones del FMI para la inflación mensual aumentaron más del 115 000 % para fines de año y el gobierno de Zimbabue instituyó una congelación de salarios de 6 meses en septiembre. En abril de 2008, el billete de 50 millones de dólares equivalía a 1,20 dólares estadounidenses, mientras que el banco central estimó que la economía del país se contrajo más del 6 por ciento respecto al año anterior. El LA Times informó en julio de 2008 que el gobierno se quedó sin papel para imprimir dinero ya que los proveedores europeos de papel dejaron de abastecer al país debido a preocupaciones humanitarias. En resumen, la contracción generalizada de la economía, la grave escasez de productos básicos y las graves fallas en la política gubernamental contribuyeron a la espiral hiperinflacionaria de Zimbabue. 1. Hungría 1946Cuando Zimbabue obtuvo la independencia en 1980, el país adoptó una nueva moneda que originalmente estaba valorada en aproximadamente 1,25 dólares estadounidenses. La eventual inflación fuera de control del país fue causada casi en su totalidad por la mala gestión gubernamental. El camino hacia la hiperinflación comenzó a principios de la década de 1990 cuando el presidente Robert Mugabe inició una serie de programas de redistribución de tierras que tomaron tierras de los agricultores étnicamente europeos del país y se las dieron a los zimbabuenses étnicos. La eliminación repentina de una clase de agricultores arraigada y experimentada dañó severamente la capacidad del país para la producción de alimentos, reduciendo la oferta muy por debajo de la demanda y, como resultado, elevando los precios. A principios del siglo XXI, Zimbabue entró en hiperinflación y en 2006 el país imprimió 21 billones de ZWD para pagar los préstamos del FMI. Más tarde ese año, el país nuevamente tuvo que imprimir dinero, más de 60 billones, para pagar los salarios de soldados, policías y otros funcionarios públicos. En 2007, hubo una escasez extrema de alimentos básicos, combustible y suministros médicos, ya que las estimaciones del FMI para la inflación mensual aumentaron más del 115 000 % para fines de año y el gobierno de Zimbabue instituyó una congelación de salarios de 6 meses en septiembre. En abril de 2008, el billete de 50 millones de dólares equivalía a 1,20 dólares estadounidenses, mientras que el banco central estimó que la economía del país se contrajo más del 6 por ciento respecto al año anterior. El LA Times informó en julio de 2008 que el gobierno se quedó sin papel para imprimir dinero ya que los proveedores europeos de papel dejaron de abastecer al país debido a preocupaciones humanitarias. En resumen, la contracción generalizada de la economía, la grave escasez de productos básicos y las graves fallas en la política gubernamental contribuyeron a la espiral hiperinflacionaria de Zimbabue. 1. Hungría 1946

Inflación mensual más alta: 13,600,000,000,000,000% Los precios se duplicaron cada: 15,6 horas El peor caso de hiperinflación jamás registrado ocurrió en Hungría en la primera mitad de 1946. A mediados de año, el billete de mayor denominación de Hungría era el pengo de 100,000,000,000,000,000,000 (Cien Trillones) en comparación con la denominación más alta de 1944, 1.000 pengo. En el apogeo de la inflación de Hungría,se estima que la tasa de inflación diaria se situó en el 195 %, con precios que se duplicaron aproximadamente cada 15,6 horas, llegando a una tasa de inflación mensual del 13,6 cuatrillones por ciento. La situación era tan grave que el gobierno adoptó una moneda especial que se creó explícitamente para el pago de impuestos y correos y se ajustaba todos los días por radio. El pengo finalmente se reemplazó más tarde ese año en una revaluación de la moneda, pero se estima que cuando se reemplazó la moneda en agosto de 1946, el total de todos los billetes húngaros en circulación equivalía al valor de una milésima parte de un dólar estadounidense.

 Causas de la inflación húngara de 1946

El pengo húngaro se introdujo por primera vez a raíz de la Primera Guerra Mundial para estabilizar la economía del país y corregir la inflación del país. El sector agrícola de Hungría se vio especialmente afectado por la Gran Depresión, y la creciente deuda del país obligó al banco central a devaluar la moneda para cubrir los costos relajando la política financiera y monetaria. Más adelante en la década, los Premios de Viena cedieron territorios a Hungría que, según afirmó, se perdieron durante la Primera Guerra Mundial, pero estas tierras. El pengo húngaro se introdujo por primera vez a raíz de la Primera Guerra Mundial para estabilizar la economía del país y corregir la inflación del país. . El sector agrícola de Hungría se vio especialmente afectado por la Gran Depresión, y la creciente deuda del país obligó al banco central a devaluar la moneda para cubrir los costos relajando la política financiera y monetaria. Más adelante en la década, los Premios de Viena cedieron a Hungría territorios que, según afirmó, se perdieron durante la Primera Guerra Mundial, pero estas tierras El pengo húngaro se introdujo por primera vez a raíz de la Primera Guerra Mundial para estabilizar la economía del país y corregir la inflación del país. El sector agrícola de Hungría se vio especialmente afectado por la Gran Depresión, y la creciente deuda del país obligó al banco central a devaluar la moneda para cubrir los costos relajando la política financiera y monetaria. Más adelante en la década, los Premios de Viena cedieron a Hungría territorios que, según afirmó, se perdieron durante la Primera Guerra Mundial, pero estas tierras estaban económicamente subdesarrolladas y eventualmente causaron tensión en la economía nacional. Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, Hungría se encontraba en una posición económica débil y el banco central estaba casi en su totalidad bajo el control del gobierno; imprimir dinero en función de las necesidades presupuestarias del gobierno sin ningún tipo de restricción financiera. Eventualmente, el entorno inflacionario se volvió tan grave que las monedas comenzaron a desaparecer de la circulación, comenzando con las monedas de plata e incluso las de bronce y níquel, ya que los metales componentes se volvieron mucho más valiosos que las monedas mismas. Cuando terminó la guerra, el gobierno permanente tomó el control total de la producción de billetes sin ninguna garantía tangible, y el ejército soviético de ocupación comenzó simultáneamente a emitir su propio dinero militar, lo que redujo aún más la demanda de pengo. La peor hiperinflación de Hungría ocurrió después de la Segunda Guerra Mundial y, a pesar de varias medidas a gran escala para estabilizar la moneda, el único remedio fue introducir una nueva moneda, el florín, que se convirtió directamente en oro y, por lo tanto, en otras monedas del mundo. El florín todavía está en circulación hoy en día, pero se espera que sea reemplazado por el euro en los próximos años.

lunes, 25 de julio de 2022

Las festividades de Patrono Santiago en Mendoza


 El comienzo  de las festividades

Los datos más antiguos en los que aparece la conmemoración del Patrón Santiago en nuestra provincia, se remontan al año de 1567. El Cabildo de Mendoza realizaba la ceremonia desde el día 24, cuando se enarbolaba el Real Estandarte en la casa del Alférez Real, a la que se le montaba una guardia. Luego, entre las dos y las tres de la tarde se hallaban alineadas en la Plaza Mayor (actual Pedro del Castillo) todas las milicias de la ciudad, los oficiales y el cuerpo de los cabildantes. Hecha la formación, emprendían la marcha de la procesión desde el Cabildo, con el comandante de armas a la cabeza de toda la tropa y con un ayudante a su flanco, con espada en mano.  Detrás seguían las milicias. Posteriormente se formaba la Infantería, al costado del Cabildo (lugar que hoy ocupa el Museo del Área Fundacional) y la Caballería. Después, las tropas emprendían la marcha hasta llegar con el Estandarte Real a la entrada de la iglesia Matriz (esquina Ituzaingó y Alberdi) y cuando todos los que acompañaban estaban de pie, se realizaba un saludo de cinco tiros de cañón. Concluida la víspera y cuando salía el Real Estandarte, se presentaban las armas a la infantería y seguíian hasta dejar al Alférez Real en su casa. Continuaban más tarde hasta el edificio del Cabildo y después se retiraban las compañías y demás formaciones. Este solemne acto, sucedía también el día 25, día del Patrón Santiago.
Finalizada la ceremonia, el pueblo festejaba con corridas de toros que se improvisaban en la plaza y bailes populares. Y en 1575, el acta del 24 de julio hace explícita mención del Apóstol cuando lo nombra "Patrón de las Españas y a quien esta Ciudad tiene por Patrón y Abogado". En esa misma acta se hace referencia a la ceremonia del paseo del estandarte durante los dos días. A partir de la fecha mencionada, la documentación posterior da testimonio de la reiteración anual de esta ceremonia como festejo establecido definitivamente.

En Mendoza se postula que Santiago es el escudo ante el problema natural que más preocupa en la provincia: los temblores. 
 
San Pedro Primer Patrono de Mendoza

Si bien se festeja como patrono a Santiago Apóstol, aunque nos sorprenda, el verdadero patrono de la ciudad es San Pedro.

Cuando Pedro del Castillo fundó, el 2 de marzo de 1561, la ciudad que llamó Mendoza, en homenaje al gobernador de Chile, D. García Hurtado de Mendoza, enarboló una cruz, señaló el lugar donde habría de erigirse la primera iglesia o Iglesia Matriz. Al fijar el sitio en que debía levantarse el templo, del Castillo nombró a San Pedro como su titular, por devoción al santo de su nombre y lo tomó "como patrón y abogado de esta ciudad", según consta en el acta de fundación.

La pérdida de las Actas Capitulares de los primeros cinco años de existencia de la ciudad, no nos permiten conocer el momento en que comenzó a honrarse al Apóstol Santiago como patrono principal.Tradicionalmente, el pueblo ha acompañado la imagen del Santo Patrono en una procesión por las calles del microcentro. En las actas del Cabildo ha quedado registrada esta costumbre desde principios del siglo XVII, aunque en esos tiempos la procesión tenía lugar la víspera de la festividad de Santiago Apóstol. En la actualidad, el recorrido se hace el mismo 25.

Santiago, el Apóstol

Santiago era hermano de San Juan el Evangelista e hijo de Zebedeo. Era originario de Galilea. Fue testigo de la transfiguración y de la agonía del Señor y fue invitado  a compartir más de cerca Su oración en el Monte de los Olivos.
Decapitado poco antes de la fiesta de Pascua por Herodes Agripa, fue el primero de los apóstoles que recibió la corona del martirio. El y su hermano Juan fueron llamados por Jesús mientras estaban arreglando sus redes de pescar en el lago Genesaret.
Recibieron de Cristo el nombre "Boanerges", significando hijos del trueno, por su impetuosidad.
En su vida cotidiana observó varias veces el accionar de Jesús y decidió, junto a su hermano Juan, tomar sus apostolados como propios. Así, emprendió camino como peregrino. Su misión evangelizadora lo llevó a España. El apóstol Santiago murió en la persecución desencadenada en Jerusalén contra los cristianos. La tradición española que data del 830, comenta que el cuerpo de Santiago fue trasladado a Compostela. Allí, su palabra se arraigó profundamente y esa costumbre se trasladó a nuestra provincia con la llegada de los primeros colonizadores.


Criticas al feriado 
Actualmente organismos de DDHH quieren que se sustituya el feriado de Mendoza por el Santo Patrono Santiago por otra conmemoración más abarcativa y que represente las creencias de todos los mendocinos. No se piensa en eliminar la fecha, sino modificar su significado.
Los organismos de derechos humanos consideran  que esa festividad de los católicos fue extendida a los habitantes de la provincia de Mendoza en 1976 “durante la dictadura cívicomilitar eclesiástica, que  la instituyó mediante la Ley N°4.081

Cuando los funcionarios del Estado provincial inmiscuyen sus creencias, tradiciones, sentimientos y símbolos religiosos en la gestión gubernamental, imponiendo los mismos a la totalidad de la población, estamos en  presencia de conductas discriminatorias y violatorias de numerosos derechos humanos. Estas conductas expresan rasgos de totalitarismo que repudian tanto las constituciones nacional y provincial, como todo el derecho  internacional vigente para nuestro país




miércoles, 20 de julio de 2022

La URSS y la Segunda Guerra Mundial: carnicería y represión en cifras

 La URSS registró el mayor número de víctimas de la Segunda Guerra Mundial en su lucha contra los nazis. Pero la represión dentro de la Unión Soviética también trajo su parte de pérdidas. Aquí hay algunas cifras claves.



De 7 a 27 millones de muertes

En 1946 Stalin informó de siete millones de soviéticos muertos en la Gran Guerra Patria, nombre del conflicto entre la URSS y los Nazis record groseramente subestimado para alimentar su culto a la personalidad y su imagen de brillante generalísimo. Después de su muerte, el número de víctimas se triplicó a 20 millones. Su sucesor  Nikita Khrushchev incluso culpó a la incompetencia de Stalin por estas colosales pérdidas.

La apertura de los archivos bajo el último líder soviético Mikhail Gorbachev lleva a una nueva revisión: 26,6 millones de muertos, incluidos 12 millones de soldados y 14,6 millones de civiles. El hambre durante el sitio de Leningrado dejó hasta 1 millón de muertos. La batalla de Stalingrado causó más de un millón de muertos del lado soviético.

Los samovares de Stalin

El samovar, una tetera tradicional, se convirtió después de. la Segunda Guerra Mundial debido a su forma tubular en un término lleno de sarcasmo para describir a los veteranos que se quedaron sin extremidades después de haber combatido en la guerra a las órdenes de Stalin. El conflicto dejó un total de unos 2,5 millones de inválidos. Cientos de miles de ellos, por falta de apoyo, se han visto reducidos a la mendicidad, alimentando su resentimiento hacia el poder.

El conflicto dejó un total de unos 2,5 millones de inválidos. Cientos de miles de ellos, por falta de apoyo, se han visto reducidos a la mendicidad, alimentando su resentimiento hacia el poder 

En 1948, las autoridades comenzaron a organizar su exclusión, internando a miles de ellos en monasterios en desuso y convertidos en sanatorios en el norte del país. Estos establecimientos luego se multiplicaron para encerrar a mendigos, inválidos y marginados contra su voluntad, percibidos por las autoridades como una profanación para la URSS. Algunos de estos sitios existieron hasta la década de 1970.

Ejecuciones, deserción, colaboración

Más de 2,53 millones de soviéticos fueron condenados por tribunales militares por diversos delitos, incluidos 1,43 millones de desertores o evasores del servicio militar. Entre 1941 y 1945, 157.593 personas fueron ejecutadas por espionaje, traición, deserción o incluso derrotismo.

Cerca de 80 millones de ciudadanos de la URSS o de países incorporados por la fuerza, como los Estados bálticos, vivían bajo la ocupación nazi. Y un total de 1,24 millones sirvieron en el ejército alemán, incluidos 400.000 rusos, 250.000 ucranianos, 150.000 letones, 90.000 estonios y 70.000 bielorrusos, según el historiador militar Viktor Gavrilov de la Academia Militar de las Fuerzas Armadas Rusas.

estepas de  Khirguistán y Siberia.

Unos 1,2 millones de personas son así enviadas en pocos meses al otro extremo del imperio, sin medios de subsistencia. Estos pueblos deportados, rehabilitados tras la muerte de Stalin, fueron acusados ​​de haber colaborado con el enemigo, a menudo sin pruebas. Para el poder soviético fue también la ocasión de romper poderosos nacionalismos y poblar inmensos territorios desérticos.


martes, 19 de julio de 2022

Maureen Dunlop: Primer aviadora de Guerra Argentina

 

 


 
Maureen Adele Chase Dunlop fue una aviadora argentina que formó parte de la Royal Air Force durante la Segunda Guerra Mundia

Nació el 26 de octubre de 1920 en Quilmes en la Provincia de Buenos Aires  Argentina. Hija de la inglesa Jessimin May Williams y el australiano Eric Chase Dunlop, quienes se habían mudado a la Patagonia para hacerse cargo de una hacienda de ovejas de una firma británica. Pese a que se educó en Argentina y pasó casi toda su vida adolescente allí, hacía frecuentes viajes al Reino Unido y en uno de ellos, a los 15 años, aprendió a pilotar aviones. Cuando regresó a América del Sur, falsificó su partida de nacimiento para recibir más clases y lograr el título de piloto. Cosa que consiguió a los 18 años, un año antes que estallara la guerra.

En, cuando Gran Bretaña entró en el conflicto bélico, Maureen decidió sumarse a los esfuerzos y presentarse como voluntaria de la sección Auxiliar de Transporte Aéreo (ATA) de la Real Fuerza Aérea (RAF). La ATA era una organización civil que si bien no entraba en combate directo, sus pilotos llevaban los aviones reparados a las zonas de conflicto, hacían de hospitales aéreos, realizaban tareas de mantenimiento y llevaban personal donde fuera necesario. A las mujeres que querían formar parte de la ATA se les exigió el doble de horas de vuelo en solitario que a los hombres: en total 500 horas.

Maureen pasó tres años hasta conseguir esta cifra y se marchó, en un buque mercante, desde de Buenos Aires hasta Inglaterra para incorporarse a la ATA.

Entre ellos destacan los Spitfire, los Hawker Hurricane, los Mustang y hasta bombarderos como los Vickers Wellington o los Avro Lancaster, ambos de 4 motores y capaces de cargar 2.000 kilos de bombas. Pero, su preferido fue el Mosquito de Havilland, un bimotor capaz de alcanzar los 11.000 metros de altura y recorrer 2.000 km de distancia. Maureen no entró en combate pero tuvo que enfrentarse a problemas graves, como cuando un motor falló en pleno vuelo y debió aterrizar, salvando su vida y la integridad del avión. O cuando al poco tiempo de despegar, el fuselaje de la cabina del piloto salió volando y debió continuar viaje hasta su destino.



Cuando terminó la Guerra, había acumulado 800 horas de vuelo, sus pares y superiores la reconocieron como una pilota muy fiable y fue una de las pocas (y de los pocos miembros de ATA) que mantuvo un puesto en el sector aeronáutico. De hecho, al poco tiempo se graduó como instructora de vuelo en la RAF y regresó a Argentina, donde trabajó como piloto comercial.

Nunca renuncio a la ciudadanía argentina

Instruyó y voló para la Fuerza Aérea Argentina, creó una empresa de taxis aéreos y voló activamente hasta 1969. Maureen regresó a Inglaterra, con su marido y tres hijos, en 1973, para fundar un criadero de caballos árabes de pura sangre. Cuando en 1982 estalló la Guerra de Malvinas, Maureen que tenía ambas nacionalidades, no quiso renunciar a ninguna de ellas. Pese a esta polémica decisión, en 2003 fue una de las tres mujeres piloto de la ATA que recibió el premio Guild of Air Pilots y Air Navigator’s Master Air Pilot de manos de la monarca británica. 

Falleció en mayo de 2012 en su hogar de Norfolk.

domingo, 17 de julio de 2022

Sur la moneda única sudamericana

Gabriel Galípolo
 Fernando Haddad

 La creación de una moneda sudamericana podría impulsar la integración, brindar una mayor estabilidad monetaria y fortalecer la soberanía regional que reclaman las fuerzas progresistas

 La creación de una moneda sudamericana puede impulsar el proceso de integración regional, caracterizado por sus lentos avances y ocasionales estancamientos hasta la fecha, fortaleciendo asimismo la soberanía monetaria de los países sudamericanos, habituados a afrontar limitaciones económicas derivadas de la fragilidad internacional de sus monedas. En modelos de precificación de activos, los intereses pagados por títulos de deuda emitidos por un gobierno son denominados de riesgo soberano o libres de riesgo de crédito, esto justamente por la capacidad que tiene la autoridad monetaria de emitir los medios de pago necesarios para liquidar sus obligaciones y deudas, dentro de su propia economía. Si al interior de cada nación el Estado y su moneda son soberanos, en las relaciones internacionales la lógica es distinta. Existe, en el sistema financiero internacional, una jerarquía para las monedas nacionales. La ubicación del dólar en la cima de esa jerarquía otorga a Estados Unidos el privilegio de emitir la moneda internacional. El reciente conflicto entre Rusia y Ucrania reavivó antiguos temores que se habían apagado con el final de la Guerra Fría. La posibilidad de una guerra que involucre a las potencias nucleares es una clara amenaza a la existencia humana, y los avances de dichas potencias sobre la soberanía de países que carecen de poderío bélico similar constituyen un factor desequilibrante y temible para muchos Estados. Estados Unidos y la Unión Europea se valieron de la fuerza de sus monedas para infringirle a Rusia severas sanciones, confiscando sus reservas internacionales y excluyendo al país del sistema de pagos internacionales (Swift). Ante la imposibilidad (y la locura) de un enfrentamiento militar directo con otra potencia nuclear, Biden y sus aliados buscaron en el poder de sus monedas los modos de aislar y debilitar al enemigo. Como ejercicio de poder, no se trata de una estrategia inédita. En 1979, la suba en la tasa de intereses implementada por EEUU para reafirmar el poder del dólar como moneda global llevó a diversos países (incluyendo Brasil y buena parte de América Latina) a una situación de insolvencia. Con la crisis de 2008, fue el poder del dólar lo que le permitió al FED (Banco Central estadounidense) sostener los precios en el mercado financiero, ofertando liquidez y demandando activos. La utilización del poder monetario en el ámbito internacional renueva el debate sobre la relación entre moneda, soberanía y capacidad de autodeterminación de los pueblos, sobre todo en países con monedas consideradas no convertibles. Al no ser aceptadas estas monedas como medio de pago y reserva de valor en el mercado internacional, sus gestores están más sujetos a las limitaciones impuestas por la volatilidad del mercado financiero internacional. Durante los años 1990, sucesivas crisis globales hicieron que diversos países latinoamericanos tuviesen que recurrir al FMI (Fondo Monetario Internacional) para poder honrar sus obligaciones en monedas internacionales. El apoyo del FMI quedaba usualmente condicionado a la adhesión de esos países al recetario económico “sugerido”. El pasado 25 de marzo, el FMI aprobó un nuevo acuerdo con Argentina, el vigésimo segundo de su tipo desde 1956. Otros países apostaron a la dolarización como vía de estabilización macroeconómica, renunciando a la soberanía monetaria y de autonomía en la ejecución de políticas macroeconómicas. A partir de 2003, Brasil acumuló reservas internacionales y pudo revertir su posición pasando de deudor a acreedor líquido internacional. En un contexto de amenazas bélicas, las reservas internacionales funcionan como una defensa de las monedas domésticas, inclusive para desalentar ataques. Sin embargo, como países emergentes o en vías de desarrollo en distintos niveles, todos seguimos padeciendo limitaciones económicas derivadas de la fragilidad internacional de nuestras monedas. Un proyecto de integración que fortalezca a América del Sur, incrementando el comercio y la inversión combinados, permitiría formar un bloque económico de mayor relevancia en la economía global y asegurarle más autonommía al deseo democrático, a la definición del destino económico de los participantes del bloque y a la ampliación de la soberanía monetaria. La situación no es sencilla, dada la profunda heterogeneidad estructural y macroeconómica de los países de la región. Las tentativas de fortalecer y acelerar la integración regional lograron hasta el momento forjar áreas de libre comercio y acuerdos en los ámbitos del crédito y la infraestructura. Sin embargo, fue un proceso que se dio a un ritmo lento, y que estuvo signado por distintos momentos de repliegue. La apertura de un proceso de integración monetaria para la región sería capaz de insertar una nueva dinámica a la consolidación del bloque económico, brindándoles a los distintos países las ventajas de acceso y gestión compartida de una moneda de mayor liquidez, válida para relacionarse en economías que, juntas, adquirirían más peso en el mercado global. La experiencia monetaria brasileña, exitosa en la instrumentalización de la URV (Unidad Real de Valor), puede subsidiar un paradigma para la creación de una nueva moneda digital sudamericana (SUR), capaz de fortalecer a la región. La moneda sería emitida por un Banco Central Sudamericano, con una capitalización inicial hecha por los países-miembros en proporciones acordes con las respectivas participaciones de cada país en el comercio regional. La capitalización se haría con reservas internacionales de los países y/o con una tasa sobre las exportaciones extra-regionales de cada país. La nueva moneda podría ser utilizada tanto para flujos comerciales como financieros entre países de la región. Cada país miembro recibiría una dotación inicial de SUR de acuerdo a reglas claras y consensuadas, y tendrían libertad para adoptarla domésticamente o mantener sus monedas locales. Los valores de cambio entre las monedas nacionales y la SUR serían flotantes. Los derechos financieros, como las reservas internacionales, también proveerían una contrapartida para la emisión equivalente de SUR. Asimismo es fundamental un mecanismo de ajustes simétricos entre países con superávit y deficitarios. Los recursos provenientes de ese mecanismo serán utilizados para capitalizar fondos de una Cámara Sudamericana de Compensación, destinada a financiar la reducción de asimetrías entre las economías y el fomento de la sinergia entre ellas. Los países miembros podrán comprar SUR para consolidar sus reservas internacionales, sin que recaigan tasas sobre los valores adquiridos. Deberán crearse mecanismos para gravar y desincentivar ataques especulativos. La creación de una moneda sudamericana es la estrategia para acelerar el proceso de integración constituyendo un poderoso instrumento de coordinación política y económica para los pueblos sudamericanos. Es un paso fundamental rumbo al fortalecimiento de la soberanía y la gobernanza regional, que sin duda se revelará decisivo en un nuevo mundo. Fuente: Folha de S. Paulo Traducción: Cristian De Nápoli

martes, 29 de marzo de 2022

La Muerte del gremialista José Benedicto

Publicado en Revista 23, por Eva Guevara El 30 de marzo de 1982 fusilaron a uno de los líderes del movimiento obrero que reclamaba Paz y Justicia. Su muerte conmocionó al país pero cayó en el olvido bajo los efectos “patrióticos” causados por la guerra de Malvinas. Aquel día de 1982, una columna de 700 personas copaba todo el ancho del trayecto de la calle Mitre hasta Pedro Molina. Se movía rumbo al Centro Cívico, hacia lo que sería una parada táctica, un compás de espera improvisado porque se sabía que el paso de la columna principal venía retrasado con Mario Zaffora a la cabeza. La protesta había sido organizada por la CGT en todo el país en medio de un clima agónico, de inminente rebelión contra la política económica de un régimen que le negaba al pueblo la libertad. Ese día se había iniciado con una huelga general cuyo acatamiento en Mendoza fue prácticamente total. Faltaba coronar esa gloriosa jornada con la entrega en mano de un petitorio al gobernador Bonifacio Cejuela. Por entonces la autoridad militar montaba un gran operativo para blindar todo el perímetro de los alrededores de la Casa de Gobierno. Cuando el reloj marcó las 17.45, en el horizonte de la vereda norte de Pedro Molina se empezaba a dibujar una escena de horror. Un camión de Gendarmería sorprendió a todos en contramano. A los manifestantes no se les ocurrió otra cosa que hacer flamear las banderas argentinas y entonar las estrofas del Himno Nacional. De ahí en más todo sucedió vertiginosamente. De entre los 20 gendarmes que bajaron del camión con fusiles FAL sobresalió uno que disparó hacia quien sostenía la bandera. Ese hombre en el acto quedó tendido en el piso boca arriba. Su herida en el tórax era captada con nitidez por las cámaras del Canal 9 que dejarían testimonio visual de todo lo acontecido. Hubo corridas, gritos, gente queriendo ganar la calle, algunos que intentaron arrojar alguna que otra piedra, gesto por demás minúsculo comparado con el fuego que abrió la Gendarmería cuyos efectivos estaban parapetados entre los pinos y los árboles. Hay testigos que dicen que fue del camión que avanzó en contramano de donde surgieron las pimeras ráfagas, primero hacia la copa de los árboles y luego hacia el piso. Algunas de las balas que rebotaron dieron sobre los trabajadores. La transmisión en vivo del Canal 9 se apagó repentinamente no sin antes sacar al aire la voz de Edgardo Palet informando que las fuerzas de seguridad habían disparado con balas de salva para repeler y dispersar. Pero no eran de salva: eran reales. Aunque eso tardaría en salir a la luz, lo mismo con la lista de heridos donde el más grave sin duda era José Benedicto Ortiz. De acuerdo a múltiples testimonios, los gendarmes atacaron y se retiraron. Fue la gente la que trasladó a los heridos hasta la clínica Mitre, ubicada a pocos metros del lugar del hecho mientras que Ortiz fue traslado en ambulancia al Hospital Central. Muy poco después se montaba un segundo operativo de copamiento de los respectivos centros médicos por órdenes bien precisas del Comando de la VIII Brigada con la complicidad de la Justicia Federal. Eran seis los heridos. El obrero ferroviario Juan Enzo Ortiz; Raúl Aldo González –con heridas en ambas piernas–; Ricardo Jorge García; el dirigente de los jubilados Bruno Antinori, y Héctor Mairán –lesionado en el hombro–, compañero de José Benedicto Ortiz, quien por entonces era secretario general de AOMA (Asociación Obrero Minera Argentina) a nivel nacional. Las horas siguientes fueron testigo de movimientos afiebrados. El gobernador Bonifacio Cejuela había almorzado en el octavo piso a la espera de conocer en detalle todos los acontecimientos que se producían. Poco después de la escena sangrienta, se conformaba un gabinete de crisis. Los acontecimientos habían trascendido a todo el país. El gobierno de Mendoza debía ensayar alguna explicación. Ese mismo día llega a la provincia el comandante del IV Cuerpo del Ejército, el general Llamil Reston, quien según el Anuario del Diario Mendoza, da un comunicado asegurando que los manifestantes eran un grupo de entre 600 y 800 personas, que entre ellos se había detectado la presencia de activistas y de personas de ideología comunista, y que se responsabilizaba a los dirigentes gremiales que son “incapaces de dominar tales manifestaciones”. Finalmente, Reston exhortaba a la población a no participar de este tipo de actos. Trascendió que puertas adentro de la Casa de Gobierno hubo un fuerte pase de facturas ya que un sector del gabinete criticaba el hecho de haber dejado que la policía pasara a depender del Ejército. También está la versión que dice que Cejuela tuvo la intención de salir a recibir el petitorio y que los militares le ordenaron descartar la idea. Otro dato que señalan testigos es que fue a consecuencia del ingreso de la policía, entre los manifestantes y el Ejército, que el ataque tuvo que cesar. Como sea, los rumores de renuncia fueron desmentidos por el propio gobernador mientras que la tensión política entre los hombres del Partido Demócrata y el Ejército se hacía patente en el comunicado oficial en el que se decía que “el gobierno no tiene ningún tipo de responsabilidad en el manejo de las fuerzas de seguridad”. Lo que no admitiría el gobierno es que la noche anterior a la manifestación, la policía de Mendoza había salido en la búsqueda de los dirigentes gremiales Zaffora, Valenzuela, Lira y Alonso, quienes debieron interponer un recurso preventivo ante la Justicia provincial. Tampoco admitiría que estaba dispuesto a tapar todos los hechos registrados con tal de salvar la responsabilidad del Estado. Algo habrá hecho. Quiso el destino trágico que la más grave herida fuese perpetrada contra un dirigente con más de 25 años de trayectoria en la defensa de los derechos de los obreros. El día 3 de abril las radios y los diarios confirmaron su muerte y una multitud se volcó a despedir sus restos. Había sido ayudante químico de primera en la fábrica de cemento Juan Minetti, delegado de su sección, secretario general de la Asociación San Martín e interventor nacional de AOMA, además de un padre de familia muy querido y conocido por muchas otras familias trabajadoras del distrito de Las Heras. Espontáneamente los vecinos de calle San Martín desde Independencia hasta el Cementerio de la Capital salieron al paso del cortejo fúnebre con pañuelos. José Benedicto Ortiz tenía 53 años y una gran expectativa sobre lo que ocurriría aquel 30 de marzo. Antes de salir de su casa le comentó a su mujer que algo realmente importante estaba por pasar, aunque también sentía alguna premonición que Blanca recuerda cabalmente, embargada aún por la emoción del homenaje que le hizo la Cámara de Diputados al cumplirse 30 años de aquella represión. Paredes y techo de la casa recorren la vista de Blanca Villegas porque para empezar a recordar la historia es preciso hacer pie en la dignidad del trabajador: “Esto lo levantamos juntos, yo era la asistente y los esperaba con todo listo a las cuatro de la tarde que era la hora en que llegaba del trabajo. Así construimos todas las columnas y vigas, a fuerza de sacrificio y sin la ayuda de nadie porque lo que se ganaba entonces alcanzaba para cubrir lo básico”. “Ese 30 de marzo llegaba de trabajar en la cerámica de un sobrino, dijo que se acostaba un rato a dormir la siesta y que se iría a la tarde con sus compañeros. Como mi hijo Raúl también iba a ir, él me pidió que no lo despertara y que no lo dejase ir. Tres meses antes mi marido le había comprado una cocina a mi hija que se estaba por casar, de ahí que antes de irse me dijo: ‘Después de las 5 y media prendé la radio y te vas a enterar qué va a pasar. Acá en este bolsillo tengo la factura de la cocina, si a mí me pasa algo, con esta dirección te van a buscar’. Y así fue. Con la factura en la mano un señor me vino a avisar que en la movilización mi marido había sido herido y estaba internado. Yo no sabía nada porque mi hijo se levantó y se fue detrás de su padre y antes de irse apagó la radio por lo que no había escuchado nada”. Los días que siguieron fueron tremendos y dolorosos. El Hospital Central había sido copado por el Ejército y un Comité Médico convocado por las fuerzas de seguridad atendía a José Benedicto Ortiz como si estuviese preso, custodiado todo el tiempo por militares. Blanca y sus hijos Raúl y Ana recuerdan que debieron estar esos días un piso debajo de donde lo habían internado y permanecer todo el tiempo en silencio. Sólo por un favor de personal del hospital el día viernes 3 permitieron una visita por unos segundos. Quien ingresó a la habitación fue Raúl, su hijo. “Estaba consciente mi papá –dice Raúl–, al verme levantó la pierna y se le corrieron unas lágrimas. Él quizá temía por mí porque yo me fui detrás de él a la marcha, lo increíble es que desde la vereda de Pedro Molina vi caer a una persona y nunca creí que fuese mi padre. Recién me enteré que lo era al volver a casa y encontrarme con la novedad”. Para Ana, la única hija del matrimonio, aquel gesto de autoritarismo dejó una huella imborrable: “No pudimos despedirnos de él y ni siquiera llorarlo. Yo un tiempo atrás había soñado que moría y que habían enviado tantas coronas de flores que no cabían en la casa. Cuando se lo conté se rió y dijo que con la pobreza en que vivíamos no iban a enviar ramos sino latas con margaritas. Al final cuando lo velamos tuve que ir a pedirle a la vecina que pusiera las coronas en su casa porque en la nuestra no cabían tantas”. En el hospital se escuchó una palabra al vuelo: Malvinas. Afuera se hablaba de eso, no de deseos de paz o de libertad, tampoco del sistemático aparato represivo de la dictadura que se desplegaba frente a los ojos de la familia de Benedicto Ortiz. Primero fue el parte médico que indicaba “muerte por neumonía”. Luego el gobernador Cejuela que los convocaba a Casa de Gobierno para hacerles firmar una nota en la que supuestamente los familiares se dirigían a él para expresarle que personalmente no lo culpaban de nada. “Quiso hacer negocio con nosotros”, cuenta Blanca. Y agrega: “Estaba molesto porque lo trataban de asesino y que ya estaba cansado porque molestaban a su hijo en la facultad con este tema. Yo no le firmé nada pero él igual hizo publicar en el diario que yo le había entregado esas disculpas. No me quedó más remedio que ir a desmentir eso que fue una gran falsedad”. El expediente recayó en el juez federal Gerardo Walter Rodríguez, quien ordenó la confiscación de las imágenes de Canal 9. Pero fue el mismo Ejército el que retiró las cintas que servirían de prueba clave. A la sazón, la causa sería toda una pantomima y un gran absurdo protagonizado por el entonces fiscal Carlos Ernesto Fuego dictaminó que “el fallecimiento de José Benedicto Ortiz se debió a un acto propio, solamente a él imputable y no cabe responsabilidad alguna del Estado Nacional, toda vez que el hecho que causa la muerte es culpa exclusiva de la víctima”. Vale la pena transcribir los argumentos textuales esgrimidos por Fuego ya que son una pieza digna de estar en los anales del cinismo que ha caracterizado a la Justicia cómplice de todas y cada una de las dictaduras militares. Dice así: “Se alega que José Benedicto Ortiz fuera herido en la jornada por disparos de armas accionadas por Gendarmería Nacional, como tampoco se reconoce que falleciera como consecuencia de esas heridas, sí en cambio, de neumonía, como lo consigna el parte médico”. En su escrito, el fiscal niega el carácter de la marcha efectuada y ensaya la siguiente prosa: “En un pasado no muy lejano, algunas de esas concentraciones que se realizaban con propósitos encomiables, desembocaban en verdaderas batallas campales donde el número de muertos y heridos fue de tal proporción que no ha podido conocerse hasta el presente”. Cuenta Raúl Ortiz que para iniciar el juicio por la muerte de su padre se necesitaba un certificado. “Eran los últimos días de la dictadura y fui al comando a pedirlo. Llevaba encima un grabador porque pensaba que si no me daban nada por escrito al menos me llevaba un registro de sus palabras. Cuando me vieron con él me encerraron y me tuvieron una semana preso en la VII Brigada. En esos días me trasladaron a Campo Los Andes. Y cada milico que entraba a la celda me decía: ‘Me imagino que te despediste de tu familia porque no volvés más’. Cuando me largaron, reanudaron las amenazas. ‘No se te ocurra venir una vez más, hoy te salvás pero la próxima serás un desaparecido más’”. Blanca, por su parte, recuerda que aquella lucha por la justicia se dio en las peores circunstancias ya que de pronto pasó a estar sola y a cargo de la crianza de tres chicos pequeños (dos nietos y un sobrino), sin ningún tipo de ayuda. “Claro que estábamos marcados por los militares. Una vez mi hija quiso hacer un negocio que tenía vinculación con una licitación y cuando presentaron los papeles les dijeron que no podía participar por ser hija de Benedicto Ortiz. Además nos los dijeron varias veces: ustedes están vigilados. No podíamos pensar en tener reuniones, si casi hasta nos impiden hacer el velatorio”. Los organismos de derechos humanos ya han anunciado que pedirán el desarchivo de la causa ya que si bien institucionalmente hay un compromiso de reparación histórica, junto a la memoria y la verdad está pendiente la justicia. Por su parte, el gobernador Francisco Pérez respaldó la iniciativa del monumento y tuvo la idea de emplazarlo en uno de los extremos del Paseo del Bicentenario a inaugurarse junto con el Memorial de la Bandera de Los Andes. “Es la primera vez que nos recibe un gobernador en lo que va de democracia”, señala Blanca Villegas de Ortiz. Y agrega: “Si bien mantuve la memoria de mi marido y salí a flote, hoy siento que la reparación es de lo más importante, es algo que reconforta a mis nietos, para ellos el abuelo ha sido la alegría más grande de su vida. No fueron años buenos esos en que ellos preguntaban qué le pasó y no había quién supiera responder”. Ayuda memoria. Héctor Antinori ha sido una de las personas que más persistió en el tema de la memoria de los sucesos que derivaron en la muerte del dirigente de AOMA. “Por primera vez hay un compromiso institucional de reparación. Lo hemos repetido muchas veces, ahora que se anunció el monumento propuse que se consignara el nombre de todos los heridos y que se diga quién gobernaba para entonces ya que todos deben saber de la complicidad civil del Partido Demócrata con la dictadura”. Héctor relata que el día 31 fue a la Casa de Gobierno a entrevistarse con el subsecretario de Gobierno. Su padre era uno de los heridos que intentó levantar a José Benedicto Ortiz. “Para dar una idea de quién era Bruno Antinori voy a contar que era un metalúrgico jubilado, afiliado al Partido Comunista, que aprendió a leer en la cárcel con la sola intención de conocer la obra de Carlos Marx y que a esa marcha de la CGT asistió de saco y corbata porque para él la manifestación popular era el evento cívico más importante”. Héctor no recuerda las palabras que usó en el informe el cronista de Canal 9 Edgardo Palet, pero sí se acuerda que en la espera de la entrevista apareció para pedirle hacer una salida. “En eso que le digo que sí, interrumpe la secretaria para decirme que no haga el reportaje y que el subsecretario me esperaba. Yo le contesté que no, que era el subsecretario quien ahora debía esperarme a mí. Uno en ese tiempo vivía inmerso en una etapa muy álgida, los hechos en caliente eran que enfrentábamos a la dictadura, así que hablé en esos términos. Luego me enteré que el reportaje había sido muy bueno y que los trabajadores de YPF que viajaban en un colectivo se paraban para aplaudir lo que yo decía ya que venían escuchándolo por Radio Nihuil. Finalmente el subsecretario me ofreció dinero para curar a mi padre. Yo le contesté que jamás iba a recibir un peso de la dictadura”. Para Héctor Antinori los 30 años vienen a sacar a la luz el papel desgraciado del movimiento obrero que de algún modo dejó de reivindicar la figura de Ortiz –claramente fue el caso de AOMA–. “ES que al no haber una verdadera participación, muchas veces son jerarcas con mucho dinero y no les importa la gente que trabaja. Es verdad que se profundizaron las divisiones, pero en definitiva, la única línea clara era la de pactar con los gobiernos de turno. En ese tiempo lamentable yo me mantuve cerca de la familia de Benedicto Ortiz porque siempre creí en la necesidad de los lugares donde se recuerden los acontecimientos históricos. Los homenajes realizados por la CGT tuvieron visos de solidaridad, pero no la profundidad del que realizó la Cámara de Diputados que ha tenido la capacidad de generar interés en algo que se ha logrado por puro esfuerzo desde abajo, algo tan importante como la memoria, la verdad y la justicia”