sábado, 15 de febrero de 2025

DUSSEL: El Proyecto Innovador del Interior de Argentina que Lucha contra la Estafa de $LIBRA

Por: Redacción de El Diario Económico de Venezuela En un contexto económico global marcado por la especulación financiera y la vulnerabilidad de los ciudadanos frente a proyectos irresponsables, el reciente escándalo de la criptomoneda $LIBRA, promovida por el gobierno de Javier Milei, ha dejado a miles de argentinos atrapados en una estafa masiva. En medio de esta crisis, el profesor Mario Raúl Soria, creador del ecosistema DUSSEL, nos presenta una alternativa sólida, ética y comprometida con el desarrollo económico local, muy lejos de los intereses extranjeros y el capitalismo salvaje. El caso de $LIBRA y la falta de competencia justa El fiasco de $LIBRA ha demostrado cómo el sistema financiero global sigue favoreciendoproyectos sin regulación ni control, que arrastran a los más vulnerables en una espiral de especulación. El proyecto de $LIBRA, impulsado por un gobierno que sigue las directrices del neoliberalismo, promovió una criptomoneda extranjera sin ninguna medida de protección para el pueblo argentino, dejando a miles de inversores en la indefensión. En contraste, un proyecto nacional como DUSSEL, que nace en el interior de Argentina y en particular en Mendoza, sigue siendo invisible ante los ojos del gobierno. Mientras se priorizan iniciativas extranjeras, el proyecto DUSSEL, que busca fortalecer la economía local, enfrenta la desidia del Estado. Esta situación refleja la creciente desigualdad generada por el apoyo a intereses ajenos a los de las mayorías nacionales. DUSSEL: Un proyecto innovador del interior, serio y transparente DUSSEL es una criptomoneda complementaria digital que busca redefinir el panorama económico mediante un sistema transparente y ético. A diferencia de proyectos como $LIBRA, DUSSEL está basado en la tecnología blockchain, que permite la trazabilidad y la seguridad de las transacciones, evitando el fraude y el abuso que caracterizan a las criptomonedas promovidas por potencias extranjeras. Mario Raúl Soria, su creador, afirma: "DUSSEL no es solo una criptomoneda, es un ecosistema completo que promueve una economía local, cooperativa y solidaria. Nuestro objetivo es que la moneda digital sea utilizada por los ciudadanos de Mendoza para intercambiar bienes y servicios de forma transparente, sin caer en la especulación ni los intereses ajenos." Transparencia, responsabilidad y desarrollo local A diferencia de los proyectos como $LIBRA, que están diseñados para enriquecer a los grandes actores financieros y multinacionales, DUSSEL es un proyecto que promueve la economía local, con una visión clara de desarrollo social y equidad. En Venezuela, hemos aprendido que el control de la economía no puede estar en manos de actores externos que solo buscan maximizar su beneficio a expensas del pueblo. DUSSEL está comprometido con una economía inclusiva que, mediante contratos inteligentes, permita que los ciudadanos de Mendoza participen activamente en la construcción de un sistema económico más justo. Este enfoque también es crucial para evitar que grandes capitales globales sigan dirigiendo las finanzas sin control ni rendición de cuentas. El desafío frente al apoyo a proyectos extranjeros En este momento crítico, es esencial que los gobiernos de Latinoamérica respalden proyectos nacionales como DUSSEL, que proponen una alternativa basada en el bienestar de los pueblos, en lugar de seguir apoyando proyectos extranjeros como $LIBRA, que solo favorecen a los poderes financieros globales. La política neoliberal de Milei, que impulsa la criptomoneda $LIBRA, es un claro ejemplo de cómo las decisiones gubernamentales pueden beneficiar a intereses externos, mientras se desprotege a los ciudadanos y se fomenta la dependencia económica. Es fundamental que los países latinoamericanos, como Venezuela, defiendan la soberanía económica y apuesten por iniciativas que, como DUSSEL, promuevan el desarrollo y bienestar local. Esto permitirá enfrentar la desigualdad estructural y evitar que las comunidades sigan siendo víctimas de estafas financieras globales. El futuro de DUSSEL y la economía local DUSSEL es más que una criptomoneda, es una herramienta para la construcción de una economía digital justa, solidaria y transparente. En lugar de seguir los modelos especulativos que solo enriquecen a unos pocos, DUSSEL se basa en la cooperación y en el fortalecimiento de las economías locales. Este proyecto, apoyado por la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), se muestra como una opción viable para Argentina y para toda América Latina, un continente que necesita proyectos innovadores y nacionales que protejan a su pueblo y promuevan el bienestar común. En un contexto donde los intereses extranjeros dominan el mercado, iniciativas como DUSSEL son esenciales para recuperar el control de nuestra economía y garantizar un futuro de justicia social y equidad. El ecosistema digital DUSSEL no solo es una alternativa ética frente a las criptomonedas especulativas como $LIBRA, sino también una respuesta a la necesidad de un modelo económico que respete la soberanía y el desarrollo local, sin depender de las decisiones de actores externos. --- El Diario Económico de Venezuela es una publicación digital dedicada a informar sobre economía, tecnología y finanzas, con un enfoque en el desarrollo nacional y la soberanía económica de Venezuela.

lunes, 10 de febrero de 2025

Repensando el Nombre y la Regulación del Español: Hacia una Lengua Descentralizada y Plural

 

El idioma español, como el reflejo de una historia compleja, ha sido testigo de múltiples transformaciones a lo largo de los siglos. Sin embargo, el término "español" para describir la lengua que hablamos, en especial en América Latina, resulta cada vez más problemático. Este nombre, más ligado a la historia de un imperio que a las realidades lingüísticas actuales, impone una narrativa centralizada que no refleja las dinámicas vivas de las comunidades hispanohablantes. ¿Es hora de considerar un nombre más inclusivo y plural para nuestro idioma?

El nombre “español” ha sido heredado principalmente de España, una nación que, aunque rica en historia y cultura, representa solo una de las muchas raíces de esta lengua global. Mientras que en el contexto histórico, España tuvo un papel determinante en la expansión del idioma a través de sus colonias, hoy el panorama es muy diferente. La lengua española se habla en más de 20 países, con variaciones notables en vocabulario, pronunciación y gramática. ¿Deberíamos seguir rindiendo homenaje a un nombre que solo representa una fracción de la diversidad lingüística, o es el momento de repensarlo? Tal vez “latinoamericano” o “iberoamericano” podrían ser opciones que reflejen mejor la evolución del idioma fuera de la península ibérica.

Pero no es solo el nombre lo que está en juego, sino también la manera en que regulamos el español. Hoy en día, la Real Academia Española (RAE), a través de sus regulaciones, sigue siendo la institución que define las normas del idioma, dictando lo "correcto" y lo "incorrecto". Esta centralización de la lengua en una institución con sede en Madrid no solo excluye las variaciones locales, sino que también perpetúa un modelo de lenguaje homogéneo que no refleja las múltiples voces que conforman el mundo hispanohablante. Es hora de pensar en un modelo de lenguaje más descentralizado, donde las voces de cada país, de cada comunidad y de cada grupo social, tengan la oportunidad de influir en la evolución de la lengua.

Imaginemos un sistema en el que la lengua no esté regulada por una autoridad centralizada, sino por un sistema más participativo y plural. Un modelo en el que se reconozcan oficialmente los dialectos, las jergas urbanas y las lenguas indígenas que enriquecen la lengua española. ¿Por qué no permitir que, en lugar de imponer una única norma, se impulse una colaboración activa entre los hablantes del idioma para definir cómo debe evolucionar?

De hecho, las lenguas, como los seres humanos, deben evolucionar en función de sus contextos. Las innovaciones que surgen en las calles, en la música, en el cine o en la literatura, son tan importantes como las palabras que figuran en los diccionarios. A través de las redes sociales y la globalización, los hispanohablantes están creando constantemente nuevas formas de comunicar ideas, sentimientos y realidades. Los “neologismos” no deberían ser vistos como amenazas a la pureza del idioma, sino como una evidencia de su adaptabilidad y vitalidad.

Este modelo de lenguaje descentralizado no solo responde a una cuestión lingüística, sino que también tiene implicancias culturales y políticas. La lengua es un vehículo de poder, y al centralizarla en una institución, se corren el riesgo de perpetuar un tipo de dominación cultural. En un mundo globalizado, donde los movimientos de descolonización han comenzado a desafiar las estructuras tradicionales de poder, la lengua no puede quedar atrás. Dejar que las diversas comunidades que hablan español tomen la palabra, literalmente, es una forma de darles visibilidad y respeto a sus historias y realidades.

A fin de cuentas, el español debería ser visto como una lengua de múltiples voces, como un crisol de culturas, que no puede ser definido por un único centro de poder. La globalización y la tecnología nos han demostrado que las lenguas no solo sobreviven, sino que prosperan cuando son flexibles y dinámicas. La propuesta de un español descentralizado y plural no solo responde a una necesidad lingüística, sino a una demanda de justicia cultural.

Entonces, ¿por qué seguir llamando "español" a algo tan vasto y diverso? Es hora de cuestionar el nombre, la regulación y la centralización del idioma, y de abrir el camino a una nueva concepción de la lengua: una lengua de todos y para todos.

domingo, 9 de febrero de 2025

El Apoyo a Milei: Entre la Emoción y la Realidad



En los últimos tiempos, el fenómeno Javier Milei ha crecido de manera exponencial, especialmente entre los sectores más humildes. A menudo, el apoyo a su figura se presenta como una cuestión emocional, una conexión que trasciende lo político o lo ideológico. Este tipo de vínculo, basado en la imagen de Milei como un "tipo simpático", "auténtico", o "en contra del sistema", ha logrado captar a una parte importante de la sociedad, pero ¿realmente esta adhesión tiene fundamentos sólidos o es simplemente una puesta en escena cuidadosamente diseñada?


Lo que ocurre con muchos de los votantes de Milei, especialmente entre los más pobres, es que han formado una relación emocional con su figura, algo que se traduce en simpatía, casi como si fuera un líder que comparte sus preocupaciones y lucha en su nombre. La figura de Milei, con su discurso directo y deslenguado, representa una especie de catarsis para aquellos que han sido marginados por el sistema, un sistema que sienten les ha fallado una y otra vez. En este contexto, Milei es visto como un "hombre del pueblo", alguien que promete acabar con la corrupción y la "casta política".


Sin embargo, esta identificación emocional con el líder tiene graves implicancias. El apoyo a Milei, aunque genuino en muchos casos, no responde a un análisis profundo de sus políticas y sus efectos sobre los sectores más vulnerables. Es común ver cómo se le asocia con la esperanza de cambio, pero ese cambio es en muchos casos una ilusión. Lo que se está viviendo no es solo un apoyo a una figura carismática, sino a un modelo económico que, lejos de favorecer a las mayorías, ha sido diseñado para beneficiar a una élite privilegiada, a costa de la precarización de los sectores populares.


La imagen de Milei como un líder "fuera del sistema" y su estilo de comunicación desafiante son recursos clave en su estrategia política, pero no son más que una cortina de humo que oculta los verdaderos intereses que representa. Es importante entender que, detrás de la imagen de "hombre común" y "luchador contra la casta", hay un discurso económico que favorece las políticas neoliberales, la dolarización y la concentración de la riqueza en manos de unos pocos.


El apoyo a Milei, entonces, no debe ser interpretado como una cuestión de simpatía personal, sino como una reacción emocional ante un sistema que ha dejado de lado a grandes sectores de la población. Sin embargo, esta adhesión no puede basarse únicamente en la imagen del líder, sino que debe ser un proceso reflexivo y consciente sobre lo que realmente está en juego. El peligro radica en que, al final del camino, esa "amistad" que el líder crea con los más humildes puede transformarse en una verdadera traición, cuando las políticas que implementa se traduzcan en más desigualdad, más pobreza y menos derechos para quienes más lo necesitan.


Por tanto, el desafío no es tanto si queremos o no a Milei, sino entender que la política no puede ser una cuestión de simpatía, sino una cuestión de principios. Analizar y reflexionar sobre qué representa Milei, qué políticas defiende y cómo estas afectarán a los más vulnerables es la verdadera tarea que debemos asumir. Porque, al final del día, se trata de mucho más que una cuestión de "querer" o "no querer" a un político: se trata de defender nuestros derechos, nuestra dignidad y nuestro futuro

 colectivo.